miércoles, 12 de agosto de 2015

Las emociones: Del rechazo social a la violencia contra ti mismo.


En esta ocasión, seguimos abordando el tema de las emociones, es la segunda parte de nuestra entrevista anterior: Las emociones: momentos de sentimiento fuerte.


Puedes escuchar la introducción de este tema en la entrevista de Radio San Miguel


Ahora vamos a ver cómo se forman los momentos de sentimiento fuerte y al abordar un tema como el sentirse rechazado, conoceremos cómo se van combinando diferentes emociones, mientras que va evolucionando un conflicto que no es atendido oportunamente.

En mi experiencia en el consultorio, puedo decirte que los momentos de sentimiento fuerte se forman en tres estilos diferentes:

1)    Con eventos cotidianos, eso que ves todos los días o con mucha frecuencia y que llega un momento en que parece normal, como si así debiera ser, aunque esté mal, o incuso llegas a pensar que así está bien, ni modo; lo que llamamos una desesperanza aprendida Así es la vida, así tiene que ser, así ha sido siempre en mi familia.

2)    Cuando eres víctima de una agresión, ya sea un evento único o en varias ocasiones. Se refiere a eventos con diferente grado de agresión, un atraco, violación, golpiza; o cuando alguien muy importante para ti te insulta o te trata mal, hay una palabra, un gesto, un acto que detona en ti un enorme sentimiento donde te das cuenta que no te escucha esa persona, que no te quiere o que no eres importante para él o ella.

3)    Cuando tú te conviertes en el victimario; ya sea que pierdes el control de tus emociones y agredes físicamente a otros, o verbalmente insultas a las personas que amas; también aquí se encuentran momentos de sentimiento fuerte que pueden estar en el inconsciente y como no se han sanado, nos llevan a sentir, pensar y actuar de manera distorsionada o exagerada y nuestros actos lastiman a los demás.

¿Cómo descubres un momento de sentimiento fuerte que debes trabajar en terapia?

Principalmente, puedes guiarte con tres criterios: Exageración, problemas y consecuencias:

En el caso de la exageración, se refiere a un evento en el que puede ser desagradable, pero tu reacción es demasiado fuerte, viene ocasionando más problemas tu respuesta que el estímulo que la provocó. Es como querer matar mosquitos con una ametralladora. La razón de tu respuesta exagerada no fue lo que sucedió, sino un momento de sentimiento fuerte que puedes tener en tu inconsciente.

Si las actitudes que tienes te están ocasionando problemas sociales, familiares o laborales, pero no identificas qué es, o si sabes cuál es el problema pero no puedes controlar tus emociones y reacciones, lo más seguro es que detrás de ello se encuentre un momento de sentimiento fuerte.

Las consecuencias, tienen que ver con tus actitudes, que te parecen normales, pero como consecuencia siempre le causas conflicto a otros, es importante revisar cuál es tu participación en este punto y ver tu momento de sentimiento fuerte que está escondido.

Del rechazo social a la violencia contra ti mismo

Por ejemplo, si has sentido el rechazo, ya sea de un grupo, como en la escuela durante la infancia o la adolescencia, el Bullying que ahora se le llama, o bien que sientes en la familia que no eres aceptado por tus ideas, forma de ser o preferencias, te siente señalado, excluido; o bien que una pareja o tu mejor amiga te ha dado la espalda; en estos casos esa sensación de rechazo se va guardando en tus emociones como un momento de sentimiento fuerte que empieza a lastimar y se vive con profunda tristeza.

La tristeza se puede percibir con opresión en el pecho, sientes cambios en tu respiración, en el corazón; sin saber cómo abordar esta situación, te sientes fuera y lo vives como una gran pérdida, sientes no pertenecer a un grupo, que esa persona no te comprende, no te acepta. Esta sensación de no tener el apoyo y la aceptación de otros, con el tiempo va causando resentimientos.

Este segundo grado en el problema del rechazo: la tristeza y el resentimiento; es una oportunidad importante para poder sanar los momentos de sentimiento fuerte que ya se han formado y que ya están manifestando consecuencias indeseables.

Esta sensación de no poder adaptarte al medio, a la situación o a una persona, va generando angustia, sientes que las cosas que has intentado hasta ahora no te han funcionado y empiezas a sentir que esto no tiene remedio, que hagas lo que hagas,  son injustos contigo, son situaciones que no deberían de estar pasando, pero sigues fuera, sigues siendo rechazado, no te hablan, te critican, se burlan de ti, o te causan daño físico o verbal; empiezas a sentir miedo.
Esas sensaciones de angustia, pueden convertirse rápidamente en miedo. El miedo es la necesidad de defenderte cuando percibes una amenaza; empiezas a sentir sudoración, palpitaciones,  taquicardia; en estos momentos puedes sentirte confundido, no saber qué más hacer, te invade una sensación de querer desaparecer, de huir; también puede manifestarse como una sensación de estar paralizado, de no poder moverte, de no saber cómo quitarte de ahí.

Es muy importante tener cuidado, observar nuestras emociones, porque al ver que estamos pasando por estos momentos difíciles a causa de ser rechazados, empezamos a desear no ser así, estas emociones van creciendo y pueden desarrollar sentimientos de culpa, te sientes culpable por ser así, por ser rechazado, te culpas por ser distinto, único; es como el cuento del patito feo que se sentía mal por ser diferente, lo rechazaban por no tener las mismas características que los demás; hasta que se da cuenta de que no es el único y cuando crece esas diferencias le hacen ser especial, grande, hermoso.

De nuevo, si en esta etapa en la que te sientes culpable aún no sanas los momentos de sentimiento fuerte de tristeza que te causó el rechazo, que fueron provocando momentos de angustia y miedo, que ahora te llevan a sentimientos de culpa; lo más probable es que llegues a momentos de mucho estrés por todo el peso que vas cargando tanto de los miedos, como de las culpas.

En estos momentos, el estrés se puede convertir en violencia, ya sea una violencia verbal o física que puede tener graves efectos, puede llegar a situaciones lamentables o  pérdidas fatales. Aquí, la violencia puede ser dirigida hacia afuera, agrediendo de forma verbal o física a otras personas; o bien genera una violencia hacia ti mismo, causándote daño de diferentes formas, la más fuerte sería el suicidio.

Es muy lamentable  ver que las personas que se sienten rechazadas, pueden llegar a vivir momentos de tristeza por esta situación y van generando otras emociones cada vez más complejas, percibiendo angustia, miedo y llegan a despreciarse ellos mismos, pueden rechazarse a sí mismos al no aceptarse y empiezan a desarrollar sentimientos de odio que les llevan a lastimarse a sí mismos. Han llegado al momento en que todo el daño que les ocasiona el rechazo de otros hacia su persona, ellos mismos empiezan a dañarse y a rechazarse como lo hicieron los demás, se hacen daño en las tres esferas del ser humano: intelectual, emocional y física.

En el aspecto intelectual, sus ideas hacia sí mismos son de criticarse, decirse que no son buenos, que no valen, no pueden hacer tal o cual cosa, piensan que no tienen derecho a ser felices. Cuando has sido golpeada por el rechazo, se debilita la autoestima y tienes ideas de ti mismo como si fueras una persona rara, como si hubiera algo mal dentro de ti, es el sentir que vales menos que los demás, que el mundo no te entiende.

En la parte emocional, viven un proceso que puede ser muy largo. Primero es la tristeza de sentir que otros no los aceptan, que los critican y se alejan de ellos; se sienten incapaces de afrontar esta situación y por no saber qué hacer, cómo lograr ser aceptados, empiezan a vivir episodios de angustia, viven mucha ansiedad al tener que seguir enfrentando a la persona o grupo que los rechaza, se sienten amenazados, confundidos, desorientados y esto les provoca mucho estrés ir cargando todo el peso de los miedos y culpas; finalmente la violencia que experimentan puede tener un desenlace fatal.

En el aspecto Físico, la fisiología de la combinación de estas emociones llega a ser variada, dependiendo del momento de sentimiento fuerte que estén viviendo; por ejemplo, les puede provocar taquicardias, sudoración, palpitaciones (miedo), sienten dolor en el pecho o una opresión,(tristeza) dolores en el vientre o en el pecho (ira)

¿Qué hago sí creo que debo trabajar un MSF oculto?
El primer paso ante una duda, es atenderlo, seguramente algo encontrarás; Si no lo has podido resolver hasta el momento, lo más probable es que requieras del acompañamiento de un profesional, el indicado es un psicólogo clínico.

En la terapia, lo primero es identificar en tus emociones, un MSF y completar todo el cuadro con sus aspectos emocionales, físicos y mentales que dan cuerpo a este momento de tu vida, y completar un análisis funcional de la conducta. De aquí partimos para poder diseñar un plan de intervención específico para cada persona y cada MSF o situación.

Es importante señalar que debes hacer tareas y comprometerte con tu crecimiento. Para lleva al a vida cotidiana, la riqueza de esta experiencia una vez que ya ha sanado.

Describe los momentos que te han marcado en la vida y si está bien para ti, compártelos en: psicreamotiva@gmail.com
Julia Becerril,
Julio de 2015.

¡Atrévete a ser, sanando tus emociones y descubriendo tu esencia!
¡Que tus emociones trabajen para ti, tú lo vales!

Sigue este y otros temas en la página de Psicología Creativa y Motivación S.C.

Como citar este artículo:

Becerril Julia. (2015, julio 30)  “Las emociones: Del rechazo social a la violencia contra ti mismo. “ [Mensaje en página web]. Recuperado de http://www.psicreamotiva.blogspot.com

Imagen: Mandals naturales; árbol con raíces. Recuperado de: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/profesores/pagina?codigo=contemplacion_trascendencia  URL: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/sehacesaber-admin/userfiles/file/arbol%20con%20raices.jpg




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