miércoles, 23 de septiembre de 2015

Cuando sientes que tu relación está en peligro…





Son las 2 de la tarde, ella llega con los hijos de la escuela, termina de preparar la comida mientras manda  que los chicos se cambien el uniforme y se laven las manos para comer.

Justo se sientan a la mesa, cuando se escucha la cerradura de la puerta, es papá que llega, un poco retrasado… A penas se escucha un saludo con voz baja que parece decir un “ya llegue”.

Durante la comida los niños platican lo que hubo en la escuela, ríen y hacen planes para la tarde; mamá apenas si les hace caso, está concentrada vigilando al marido que no deja de recibir y contestar mensajes en el celular.

_ ¿Quién es? (Pregunta con una voz ya molesta)
_ Nada, este… que me esperan por la tarde para una reunión en la oficina (responde un poco incómodo)

El mayor entra en la cocina con platos sucios para dejarlos en el fregador, y comenta:
-       ¿Entonces ya nos vamos?
-       ¿A dónde? responde la mamá
-       ¿No me escuchaste? Te dije que necesito hacer una maqueta para Historia y que tengo que ir a comprar el material  Te lo dije durante la comida y hasta me dijiste que sí!!.
-       ¡Yo te llevo! (dice papá, rápidamente,  tomando las llaves del coche)

Ambos salen, dejando la casa en silencio, ahora podía escuchar la televisión que habían dejado encendida.

La mamá empieza a sentir calor, las manos le sudan, se siente algo mareada, no sabe por qué; la duda invade su pensamiento:

-       ¿Quién le habrá mandado los mensajes?
-       ¿En verdad será una junta de trabajo, o irá a otra parte?
-       ¿Se estará viendo con alguna compañera de trabajo?
-       La semana pasada su compañera la que viste falda corta y cabellera despampanante, ¿Cómo se llama? vi cómo se le acercó para saludarlo, se nota que es muy provocativa.
-       ¿Por qué quiso llevar a los niños a la papelería?
-       ¿Querría aprovechar para salir y verse con alguien o hablar por teléfono sin que yo escuche?
-       Siempre quiere complacer a otros, y nunca tiene tiempo para mi.

Cuando piensas que hay un peligro en tu relación y sientes angustia y miedo de perder a tu pareja; cuándo esto te lleva a conflictos cotidianos; lo más probable es que estés experimentando celos en tu vida, o eres víctima de los celos de tu pareja.

Si vives escenas parecidas a esta, donde por momentos te quedas pensando lo que hará tu pareja, si te embarga la duda cuando llega tarde o dudas cuando te dice a donde va a ir, es importante que prestes atención a estos sentimientos.
Cuando crees que estás en peligro de perder a una persona, ya sea tu pareja, el amor de un hijo, la atención de tu hermano, el cuidado de tus padres, incluso un empleo o los beneficios de cualquier situación, debes cuidar que no seas víctima de los celos.

El Diccionario de la Real Academia Española (2014) define los celos como: “Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra”.

Se puede sentir celos de diferentes personas, puedes sentir celos en diferentes situaciones; en esta ocasión nos vamos a centrar en los celos de pareja.

Si en tu vida sientes angustia, miedo o no estás bien, siempre podrás decidirte a estar mejor, a sentirte plena; si tienes el deseo de vivir tu vida y ser feliz; solo debes desearlo profundamente y ponerte en acción, o buscar ayuda para lograrlo.

En las siguientes líneas podrás encontrar la explicación de porqué te sientes atrapado, angustiado y frustrado por causa de una relación deficiente.

Si tus pensamientos son negativos y te lastiman:
  • ·         Me está engañando…
  • ·         Sus llamadas y mensajes en el celular te causan angustia…
  • ·         Crees que hay peligro de perder a tu pareja…
  • ·         Tus pensamientos te lastiman o lastiman a tu pareja, a la relación…

Si en la convivencia cotidiana, en tu relación:
  • ·         Hay peleas frecuentes…
  • ·         Discuten y llegan a la agresión verbal o humillación…
  • ·         Inician una persecución detectivesca por saber dónde está segundo a segundo, con quién, qué hace…

Si con frecuencia te sientes:
  • ·         Estresada…
  • ·         Te causa ansiedad, la manera de vestir, de mirar…
  • ·         Cosas que hace tu pareja te causan dolor, tristeza, ira, coraje…
  • ·         Sientes envidia de otras personas, miedo de lo que pueda pasar…
  • ·         Si tu autoestima ha llegado hasta el suelo…
  • ·         Si crees que hay una dependencia emocional en tu relación…

Cuando piensas que hay un peligro en tu relación y sientes angustia y miedo de perder a tu pareja, cuándo esto te lleva a conflictos cotidianos; lo más probable es que estés experimentando celos en tu vida, o eres víctima de los celos de tu pareja.

Los Celos son una emoción, es algo que se considera positivo porque te avisa, te pone en alerta del peligro; de tal forma que siempre podrás revisar a tiempo tu relación y mantenerla fresca, sana y en armonía. Sin embargo, debes cuidar que no se trate de una emoción demasiado intensa, que se convierta en celos irracionales.

Al inicio de los celos, tenemos  la oportunidad de mejorar nuestra relación; Darle nueva vida, hacer algo diferente, promover un tiempo especial, romántico, audaz, íntimo.

Te sugiero cuatro pasos sencillos para superar esta angustia que te causa los celos que sientes o que percibes de tu pareja:
  • ·         Relájate,
  • ·         Revisa qué puedes mejorar en ti, reafirma tu relación,
  • ·         Revisa si la amenaza es real (resuélvela) o si es producto de tu imaginación (relájate),
  • ·         Revisa tu vida, checa:  tu autoestima

Cuando los celos son más fuertes, intensos, irracionales; debemos pedir ayuda para sanarlos y sanar la relación; la clave para saber si necesitas ayuda es:
  • ·         Te estás haciendo daño a ti misma, vives con angustia,
  • ·         Estás hiriendo a tu pareja, se manifiesta con ansiedad,
  • ·         Tu relación la vives con agresión, humillaciones; o ya es un caso de “persecución detectivesca”.
  • ·         Revisa tu vida, checa: tu autoestima, la satisfacción que sientes en tu vida personal, tus miedos a la soledad y a la pérdida.

Recuerda:

La angustia, los celos, no te permiten que veas tu vida con objetividad, es importante combatir estos pensamientos que empiezan a dañar tu salud física y mental, situación que está deteriorando tu relación.

Puedes hacerte responsable de tu vida y de tus relaciones en el momento en que tomas el control de tus pensamientos y tus acciones; te verás con honestidad y podrás comenzar a cambiar, podrás vivir con armonía, lograrás sentirte amado y ser reconocido.

Es posible sanar, si hasta hoy no te ha sido posible resolver tus problemas, busca ayuda, hay muchas opciones, puedes acudir a terapia de pareja, también es posible que lo superes si recibes terapia individual.

Es importante que adquieras las habilidades necesarias par que puedas comunicar tus emociones y empieces a hacer las cosas que te dan placer, felicidad y tranquilidad; los talleres son ideales para que aprendas a vivir mejorando cada día tu calidad de vida.

Experimenta la sensación de sentirte escuchado, de pertenecer a un grupo, de dejar tus problemas atrás y vivir tu día adía llena de entusiasmo y positivismo.


¡Vive con tranquilidad!
¡Tú lo vales!
Julia Becerril,
Septiembre 23 de 2015.

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Como citar este artículo:
Becerril Julia. (2015, septiembre 23)  “Cuando sientes que tu relación está en peligro“ [Mensaje en página web]. Recuperado de http://psicreamotiva.org/

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Fuentes consultadas:
Diccionario de la lengua española (2014) “Celos”. Edición 23. ª Recuperado el 23 de septiembre de 2015, de: http://biblioteca.mty.itesm.mx/mty/bds/salta_bd.php?col_id=drae

Fidalgo (diciembre, 2007), O último iverno , fotografía, recuperado de: http://anapaulafidalgo.fotosblogue.com/5/

San Martín, J. M. A. Los celos en la pareja. Revista Systémica, de la AATFSH;  Nº 9-10. 2001-2002






martes, 22 de septiembre de 2015

Es otro el que necesita terapia!!!

Muchas veces llegan al consultorio buscando ayuda para mandar a terapia a otra persona,  el marido, un hijo ¿Qué hacer cuando el que necesita terapia no quiere asistir?



En ocasiones, las personas consideran que su problema es una persona en particular; por ejemplo, alguien que tiene muy mal genio, que de todo se enoja, incluso llega a ser violento.

Cuando llegan al consultorio y dicen, ¡”Hay, quien tiene que venir a terapia es mi hijo, porque no me hace caso, anda mal y por más que le digo, no me hace caso; le hemos dado todo, él no entiende”.

Es frecuente que las suegras se quejen de la nuera o viceversa; las nueras sienten que la suegra se mete en su relación y está afectando su matrimonio; o que tiene demasiado consentido a su hijo y éste siempre corre a casa de la mamá y lo ha hecho irresponsable.

También hay hijos que consideran que sus padres están mal, que no los comprenden, que son agresivos y no los dejan hacer su vida, que siempre están tomando decisiones por ellos y ven su autoestima afectada.

En estos casos, las personas pueden ver que el problema no son ellos; que su vida cambiaría rotundamente y serían muy felices si “El otro” tomara una terapia, si tan solo cambiara un poco.

Para la psicología conductista, las acciones o conductas de toda persona se aprenden en el medio que lo rodea, también es algún elemento del medio ambiente el que detona esta conducta; además, las conductas socialmente no aceptadas, también presentan un reforzador que se obtiene del entorno inmediato; es decir que, los elementos del entorno cotidiano van a provocar y hacer que permanezcan estas actitudes y conductas “del otro, que debe ir a terapia”.

Un aspecto importante es buscar de qué forma se puede modificar este medio, para eliminar los detonadores de la conducta “del otro” que nos afecta y evitar a toda costa que se sigan presentando los reforzadores que hacen que la conducta se presente una y otra vez.

Es fundamental que cuando una persona siente que su relación con la pareja, el hijo, la madre, el jefe, un compañero, o cualquier otra relación importante o cotidiana empieza a deteriorarse, o bien cuando sientes que ya no aguantas más, que ya estás harta, cuando quieres que eso termine, ponerle un alto  y no se ve salida. Este es el momento en que ya no puedes postergar una terapia basada en emociones que te permita sanar los momentos de sentimiento fuerte y cambiar tu forma de relacionarte con “el otro”.

Los elementos del entorno cotidiano van a provocar y hacer que permanezcan estas actitudes y conductas “del otro, que debe ir a terapia”.

En el momento en que tú cambies tu comportamiento de forma decidida y con fuerza, “el otro” tendrá que cambiar para adaptarse, porque su entorno ya no será el mismo.



Si la persona que está cerca de ti, siempre tiene excusas para no pedir ayuda de un especialista, ya sea porque dice “yo no estoy loco para ir con el psicólogo”, o si te culpa a ti o a otros, de todos los problemas; si piensa que no es él quien necesita ayuda. Es importante que tú acudas a consulta para que puedas estar bien.

Puede suceder, que los demás se animen a visitar el consultorio del psicólogo cuando vean que la terapia es útil, que en breve tiempo tiene mejoras en cada persona.

Por ejemplo, unas sesiones para aprender técnicas de comunicación efectiva, lograrán que vean cambios en ti,  como que eres más comunicativo, tienes más detalles, te quejas menos, valoras más sus esfuerzos, escuchas mejor cuando te cuenta sus cosas  ¡Desde que vas a terapia!

 

Entrénate en habilidades de comunicación efectiva, mejorarás tu entorno y aumentará tu bienestar y tu  calidad de vida.
Decídete a salir de esa zona de incomodidad que ya no toleras y lánzate a conquistar tu bienestar
¡Tu corazón te seguirá!

Julia Becerril,
Septiembre de 2015.
Para conocer más, visita: psicreamotiva.org

Cómo citar este artículo:
Becerril J. (septiembre, 2015)  “Es otro el que necesita terapia“. [Mensaje en web: psicología Creativa y Motivación A.C.]. Recuperado de http://psicreamotiva.org/index.php?lengua=esp&pagina=main&seccion=001_inicio


miércoles, 19 de agosto de 2015

Entrevista: Emociones y Momentos de Sentimiento Fuerte



Entrevista en Radio San Miguel, 16 - julio - 2015

Taller para sanar momentos de sentimiento fuerte

La importancia de las Emociones o Momentos de Sentimiento Fuerte.
En esta entrevista, encontrarás la importancia de las emociones y cómo se forman en el ser humano momentos de sentimiento fuertes que pueden dañar tus pensamientos y tener consecuencias en tu salud.

Visita la página Web de Psicología Creativa y Motivación A.C.


miércoles, 12 de agosto de 2015

Las emociones: Del rechazo social a la violencia contra ti mismo.


En esta ocasión, seguimos abordando el tema de las emociones, es la segunda parte de nuestra entrevista anterior: Las emociones: momentos de sentimiento fuerte.


Puedes escuchar la introducción de este tema en la entrevista de Radio San Miguel


Ahora vamos a ver cómo se forman los momentos de sentimiento fuerte y al abordar un tema como el sentirse rechazado, conoceremos cómo se van combinando diferentes emociones, mientras que va evolucionando un conflicto que no es atendido oportunamente.

En mi experiencia en el consultorio, puedo decirte que los momentos de sentimiento fuerte se forman en tres estilos diferentes:

1)    Con eventos cotidianos, eso que ves todos los días o con mucha frecuencia y que llega un momento en que parece normal, como si así debiera ser, aunque esté mal, o incuso llegas a pensar que así está bien, ni modo; lo que llamamos una desesperanza aprendida Así es la vida, así tiene que ser, así ha sido siempre en mi familia.

2)    Cuando eres víctima de una agresión, ya sea un evento único o en varias ocasiones. Se refiere a eventos con diferente grado de agresión, un atraco, violación, golpiza; o cuando alguien muy importante para ti te insulta o te trata mal, hay una palabra, un gesto, un acto que detona en ti un enorme sentimiento donde te das cuenta que no te escucha esa persona, que no te quiere o que no eres importante para él o ella.

3)    Cuando tú te conviertes en el victimario; ya sea que pierdes el control de tus emociones y agredes físicamente a otros, o verbalmente insultas a las personas que amas; también aquí se encuentran momentos de sentimiento fuerte que pueden estar en el inconsciente y como no se han sanado, nos llevan a sentir, pensar y actuar de manera distorsionada o exagerada y nuestros actos lastiman a los demás.

¿Cómo descubres un momento de sentimiento fuerte que debes trabajar en terapia?

Principalmente, puedes guiarte con tres criterios: Exageración, problemas y consecuencias:

En el caso de la exageración, se refiere a un evento en el que puede ser desagradable, pero tu reacción es demasiado fuerte, viene ocasionando más problemas tu respuesta que el estímulo que la provocó. Es como querer matar mosquitos con una ametralladora. La razón de tu respuesta exagerada no fue lo que sucedió, sino un momento de sentimiento fuerte que puedes tener en tu inconsciente.

Si las actitudes que tienes te están ocasionando problemas sociales, familiares o laborales, pero no identificas qué es, o si sabes cuál es el problema pero no puedes controlar tus emociones y reacciones, lo más seguro es que detrás de ello se encuentre un momento de sentimiento fuerte.

Las consecuencias, tienen que ver con tus actitudes, que te parecen normales, pero como consecuencia siempre le causas conflicto a otros, es importante revisar cuál es tu participación en este punto y ver tu momento de sentimiento fuerte que está escondido.

Del rechazo social a la violencia contra ti mismo

Por ejemplo, si has sentido el rechazo, ya sea de un grupo, como en la escuela durante la infancia o la adolescencia, el Bullying que ahora se le llama, o bien que sientes en la familia que no eres aceptado por tus ideas, forma de ser o preferencias, te siente señalado, excluido; o bien que una pareja o tu mejor amiga te ha dado la espalda; en estos casos esa sensación de rechazo se va guardando en tus emociones como un momento de sentimiento fuerte que empieza a lastimar y se vive con profunda tristeza.

La tristeza se puede percibir con opresión en el pecho, sientes cambios en tu respiración, en el corazón; sin saber cómo abordar esta situación, te sientes fuera y lo vives como una gran pérdida, sientes no pertenecer a un grupo, que esa persona no te comprende, no te acepta. Esta sensación de no tener el apoyo y la aceptación de otros, con el tiempo va causando resentimientos.

Este segundo grado en el problema del rechazo: la tristeza y el resentimiento; es una oportunidad importante para poder sanar los momentos de sentimiento fuerte que ya se han formado y que ya están manifestando consecuencias indeseables.

Esta sensación de no poder adaptarte al medio, a la situación o a una persona, va generando angustia, sientes que las cosas que has intentado hasta ahora no te han funcionado y empiezas a sentir que esto no tiene remedio, que hagas lo que hagas,  son injustos contigo, son situaciones que no deberían de estar pasando, pero sigues fuera, sigues siendo rechazado, no te hablan, te critican, se burlan de ti, o te causan daño físico o verbal; empiezas a sentir miedo.
Esas sensaciones de angustia, pueden convertirse rápidamente en miedo. El miedo es la necesidad de defenderte cuando percibes una amenaza; empiezas a sentir sudoración, palpitaciones,  taquicardia; en estos momentos puedes sentirte confundido, no saber qué más hacer, te invade una sensación de querer desaparecer, de huir; también puede manifestarse como una sensación de estar paralizado, de no poder moverte, de no saber cómo quitarte de ahí.

Es muy importante tener cuidado, observar nuestras emociones, porque al ver que estamos pasando por estos momentos difíciles a causa de ser rechazados, empezamos a desear no ser así, estas emociones van creciendo y pueden desarrollar sentimientos de culpa, te sientes culpable por ser así, por ser rechazado, te culpas por ser distinto, único; es como el cuento del patito feo que se sentía mal por ser diferente, lo rechazaban por no tener las mismas características que los demás; hasta que se da cuenta de que no es el único y cuando crece esas diferencias le hacen ser especial, grande, hermoso.

De nuevo, si en esta etapa en la que te sientes culpable aún no sanas los momentos de sentimiento fuerte de tristeza que te causó el rechazo, que fueron provocando momentos de angustia y miedo, que ahora te llevan a sentimientos de culpa; lo más probable es que llegues a momentos de mucho estrés por todo el peso que vas cargando tanto de los miedos, como de las culpas.

En estos momentos, el estrés se puede convertir en violencia, ya sea una violencia verbal o física que puede tener graves efectos, puede llegar a situaciones lamentables o  pérdidas fatales. Aquí, la violencia puede ser dirigida hacia afuera, agrediendo de forma verbal o física a otras personas; o bien genera una violencia hacia ti mismo, causándote daño de diferentes formas, la más fuerte sería el suicidio.

Es muy lamentable  ver que las personas que se sienten rechazadas, pueden llegar a vivir momentos de tristeza por esta situación y van generando otras emociones cada vez más complejas, percibiendo angustia, miedo y llegan a despreciarse ellos mismos, pueden rechazarse a sí mismos al no aceptarse y empiezan a desarrollar sentimientos de odio que les llevan a lastimarse a sí mismos. Han llegado al momento en que todo el daño que les ocasiona el rechazo de otros hacia su persona, ellos mismos empiezan a dañarse y a rechazarse como lo hicieron los demás, se hacen daño en las tres esferas del ser humano: intelectual, emocional y física.

En el aspecto intelectual, sus ideas hacia sí mismos son de criticarse, decirse que no son buenos, que no valen, no pueden hacer tal o cual cosa, piensan que no tienen derecho a ser felices. Cuando has sido golpeada por el rechazo, se debilita la autoestima y tienes ideas de ti mismo como si fueras una persona rara, como si hubiera algo mal dentro de ti, es el sentir que vales menos que los demás, que el mundo no te entiende.

En la parte emocional, viven un proceso que puede ser muy largo. Primero es la tristeza de sentir que otros no los aceptan, que los critican y se alejan de ellos; se sienten incapaces de afrontar esta situación y por no saber qué hacer, cómo lograr ser aceptados, empiezan a vivir episodios de angustia, viven mucha ansiedad al tener que seguir enfrentando a la persona o grupo que los rechaza, se sienten amenazados, confundidos, desorientados y esto les provoca mucho estrés ir cargando todo el peso de los miedos y culpas; finalmente la violencia que experimentan puede tener un desenlace fatal.

En el aspecto Físico, la fisiología de la combinación de estas emociones llega a ser variada, dependiendo del momento de sentimiento fuerte que estén viviendo; por ejemplo, les puede provocar taquicardias, sudoración, palpitaciones (miedo), sienten dolor en el pecho o una opresión,(tristeza) dolores en el vientre o en el pecho (ira)

¿Qué hago sí creo que debo trabajar un MSF oculto?
El primer paso ante una duda, es atenderlo, seguramente algo encontrarás; Si no lo has podido resolver hasta el momento, lo más probable es que requieras del acompañamiento de un profesional, el indicado es un psicólogo clínico.

En la terapia, lo primero es identificar en tus emociones, un MSF y completar todo el cuadro con sus aspectos emocionales, físicos y mentales que dan cuerpo a este momento de tu vida, y completar un análisis funcional de la conducta. De aquí partimos para poder diseñar un plan de intervención específico para cada persona y cada MSF o situación.

Es importante señalar que debes hacer tareas y comprometerte con tu crecimiento. Para lleva al a vida cotidiana, la riqueza de esta experiencia una vez que ya ha sanado.

Describe los momentos que te han marcado en la vida y si está bien para ti, compártelos en: psicreamotiva@gmail.com
Julia Becerril,
Julio de 2015.

¡Atrévete a ser, sanando tus emociones y descubriendo tu esencia!
¡Que tus emociones trabajen para ti, tú lo vales!

Sigue este y otros temas en la página de Psicología Creativa y Motivación S.C.

Como citar este artículo:

Becerril Julia. (2015, julio 30)  “Las emociones: Del rechazo social a la violencia contra ti mismo. “ [Mensaje en página web]. Recuperado de http://www.psicreamotiva.blogspot.com

Imagen: Mandals naturales; árbol con raíces. Recuperado de: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/profesores/pagina?codigo=contemplacion_trascendencia  URL: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/sehacesaber-admin/userfiles/file/arbol%20con%20raices.jpg




Las emociones: Momentos de sentimiento fuerte

Las emociones:
Momentos de sentimiento fuerte
Cuando experimentamos emociones intensas, en las que nuestro organismo vive algunos cambios (palpitaciones, sudoración, cambio de temperatura, por ejemplo), y por nuestra mente pasan algunas ideas; estas experiencias pueden entenderse como un momento de sentimiento fuerte, que se van a quedar grabadas en lo profundo de tu ser; una vez ahí funcionan como una semilla, con el tiempo va germinando, crece  y empieza a florecer y dar fruto.
Mandals naturales; árbol con raíces. Recuperado de: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/profesores/pagina?codigo=contemplacion_trascendencia  URL: http://educacionreligiosa.sehacesaber.org/sehacesaber-admin/userfiles/file/arbol%20con%20raices.jpg

Es decir, si alimentas esa semilla, crecerá su tallo, irán naciendo hojas hasta dar flores y producir frutos; puede ser un arbusto o un gran árbol, y así vas a ir creando nuevas emociones de felicidad o alegría como ese hermoso momento de sentimiento fuerte que recuerdas. 

Qué genial que todos los momentos intensos fueran de alegría y amor; pero también existen emociones básicas en el ser humano como el miedo, tristeza y la ira; También vamos viviendo momentos en que estas emociones negativas las experimentamos de manera intensa y nos dejan grabado un momento de sentimiento fuerte inmensamente desagradable.

Imagínate si esa semilla fue la ira, poco a poco perderás el control de lo que dices, pasas a las agresiones físicas y puedes llegar a quitarle la vida a alguien o si la agresión es contra ti mismo, puede llegar al suicidio.

Igual va a funcionar con cualquiera de las emociones negativas: la tristeza que se convierte en depresión; el miedo, produce una enorme angustia que se convierte en ansiedad y puede ocasionarte trastornos mentales.

¿Qué son en realidad? Un momento de sentimiento fuerte en el ser humano, implica las tres áreas que conforman a una persona: física, mental y emocional. Por ejemplo, cuando pierdes el control y te invade la ansiedad, tú estás percibiendo cambios en tu cuerpo, la temperatura puede subir, te pones rojo, comienzas a tener palpitaciones; es la parte física. En tu mente te aferras a una idea, tal vez de peligro, algo malo te va a pasar a ti o a alguien más, usualmente alguien que es importante para ti. Estos pensamientos son la parte mental y la parte emocional, en este ejemplo es sentir ansiedad.

Con estos tres elementos que conforman  un momento de sentimiento fuerte, es que tú vas a actuar, claro que lo vas a hacer de manera exagerada y distorsionada; lo peor es que en muchas ocasiones esto que genera una acción está en el inconsciente, es la semilla que se encuentra debajo de la tierra, no vemos ya las raíces, solo el tallo, las flores y el fruto.
Por esto es tan importante trabajarlos para poderlos identificar y reconocer. Imagínate si sólo podas un árbol, éste crece más fuerte, más grande; es lo que pasa cuando quieres evitar una emoción o esconderla, solo haces que con el tiempo sea más grande y peligrosa. Es necesario ir a las raíces del momento de sentimiento fuerte para poder sanar desde el interior y transformar esa experiencia que por el momento es un problema, pero que será una fortaleza.

Las tormentas hacen que los árboles 
tengan raíces más profundas
.
Claude Mc Donald

¿Por qué es importante sanarlos? Consecuencias, de no tratarse:

Un momento de sentimiento fuerte que no ha sido integrado plenamente en tu vida, que no ha podido sanar causa problemas en tus áreas física, mental y  emocional:

Físico: Va a desequilibrar tu sistema inmune y te ocasiona enfermedades.

Mental: Va a distorsionar tus pensamientos haciéndote creer cosas que no te benefician y pueden llegar a ocasionar trastornos mentales.

Emocional; va a provocar que pierdas control sobre algunas emociones impidiendo que logres relaciones sociales y familiares sanas, que tengas un crecimiento laboral, que te superes cada día.

Por ejemplo:
La ira, puede iniciar con agresiones verbales, después la rabia manifiesta agresiones físicas que en su expresión más intensa, puede tener consecuencias fatales.

La tristeza te impide disfrutar de las cosas que antes te causaban gozo, llegas a niveles de apatía y depresión severos; en estos momentos deja de importarte todo y te dejas morir.

El miedo, que se refiere a situaciones reales de peligro, si no es controlado, puede desencadenar ansiedad, que se diferencia de la anterior, porque la situación de peligro que genera la ansiedad, no es real, sino imaginario. En situaciones donde se deja crecer esta emoción, puede llegar a convertirse en neurosis, pánico, histeria.

Para seguir creciendo, debes cuidar y sanar tus emociones, poder reconocer tus momentos de sentimiento fuerte y comprenderlos; sanarlos para convertir eso que ha sido un obstáculo en tu vida, transformarlo en una fortaleza que se suma tu diversidad, que te construye fuerte y con un sentido en tu vida.

Si hasta hoy no has logrado  controlar la rabia, tristeza, apatía, ansiedad o miedo;  y te causan dificultades en tu vida laboral, social o familiar, debes entrenarte;  aprender a dejar de padecer pensamientos negativos, para enfocarte en tus capacidades y virtudes; saber cómo controlar las manifestaciones físicas, hasta recuperar tu capacidad de disfrutar tu vida.

¡Saca tu plenitud!
¡Tú lo vales!
Julia Becerril,
Junio de 2015.

¡Atrévete a ser, sanando tus emociones y descubriendo tu esencia!
¡Que tus emociones trabajen para ti, tu lo vales!

Como citar este artículo:


Becerril Julia. (2015, julio 15)  “Las emociones: Momentos de Sentimiento Fuerte“ [Mensaje en página web]. Recuperado de http://www.psicreamotiva.blogspot.com 

jueves, 18 de junio de 2015

Sentirse escuchado

                                                  La esencia de la comunicación

¿Recuerdas un momento en el que sentiste que no te escucharon? Como si no hubieras dicho nada, o peor, como si tus sentimientos no fueran ciertos o importantes.

Un sentimiento fuerte debe ser atendido para sanar.

En la experiencia de terapia, es frecuente encontrar sentimientos arraigados de tiempo, que se van sumando a otros más recientes;  situaciones en las que las personas se sintieron desplazadas, no reconocidas, por alguien importante en su vida, su pareja, hijos, su madre, confidentes. Cuando se deja pasar sin ser resuelto, llegan a presentar episodios de depresión, desvalorización de sí mismos, apatía, ansiedad, estrés, sentimientos de rencor o de ira.


En el análisis desde la psicología clínica,  he encontrado  momentos de un fuerte sentimiento, por no haber sido escuchados, por falta de atención, aún y cuando las personas pueden sentir aprecio, amor por otras; en la cotidianeidad de la vida, hay momentos en los que este cariño no llega a ser percibido cabalmente; generando distanciamiento, sensación de ser poco importante y llegan a sentir  que “no me quiere”.

A pesar de saber que ese ser importante en tu vida te ama, queda una herida profunda por no lograr ser escuchado, por percibir que no eres tomado en cuenta o tu mensaje, tus sentimientos y tus ideas, no llegan a ser comprendidos.

  • -          En el kínder todo era grande, los árboles grandes, el patio grande,  la maestra grande; recuerdo que me hostigaba para que cantara como los demás, yo le decía que era único, que era diferente; pero no me escuchaba y eso me dolía mucho, me aislaba y me deprimía; mis compañeritos me pegaban.

  • -          Cuando el médico dijo que no había nada que hacer, todos mis hermanos dijeron que yo tomara la decisión, me presionaron, yo no quería; pero no me escucharon; hoy me siento culpable y a mis hermanos no les importa.

  • -          Lloro en las mañanas cuando hago mis oraciones, Dios no me hace caso, está muy ocupado con otros.

 A veces, hombres y mujeres se quedan con este sentimiento y lo guardan, quizá lo comentan con personas a las que les tienen confianza y piensan que es cuestión de ser positivos, de olvidar y perdonar; pero no se dan cuenta que una herida que cae en lo profundo debe ser reconocida, debe ser atendida para que pueda sanar y, luego poder utilizar esta energía para salir adelante y reconstruirla; primero, como una fuerza positiva en nosotros; después, también en la relación con esa persona importante.

En otras ocasiones, tienen el valor de hablarlo con la persona que tienen el problema y escuchan respuestas como “no fue así” “esa no fue mi intención”, “no es cierto”, “qué mal estás, necesitas pedir ayuda”, “deja de fijarte en esas cosas”, “ya supéralo”, “es tu culpa”, “tú me haces ser así”, “olvídalo”, “no tiene importancia”.

-          Anoche estaba con mi esposo en el coche, regresábamos del trabajo y aproveché para decirle que me sentí mal cuando se burló de mí durante la cena con sus amigos. Me dijo: “Qué mensa, solo nos estábamos divirtiendo”; siguió comiendo su dona y cambó de tema. Creo que ya no soy importante para él.

-          Mi hermana me escondía porque llegaba él y abusaba de mi hermana, ella me escondía para que no me pasara nada; teníamos mucho miedo. Un día, ya había muerto mi mamá, nos llenamos de valor y le dijimos a mi papá y no nos creyó, nos dijo que todo  lo inventábamos.

Es importante que te sientas reconocido como ser humano con sentimientos  específicos y con ideas propias, detrás del lenguaje debe existir el reconocimiento de un ser humano con todo su potencial, 

“… hoy se vive en un mundo abrumado por el bullicio, por la protesta y los discursos de todo tipo. En esta situación, las personas parecen ir quedando ocultas detrás del lenguaje de la bulla, de los discursos y de las acciones sin sentido.”(Saavedra, 2012. P. 4).

En esta situación, resulta insuficiente “echarle ganas”, seguir adelante como si no nos sintiéramos heridos; es necesario reconstruir el sentimiento, reconocerlo, aceptarlo, saber que es cierto y llegar a reestructurarlo para darle una nueva interpretación, una percepción sana y enriquecedora para nuestra vida.

Cuando una persona expresa sentimientos, ideas, situaciones, solo adquieren sentido si son escuchadas, reconocidas; como menciona Echeverría en su antología del lenguaje: 

“... escuchar es el factor fundamental del lenguaje, puesto que es el escuchar -y no el hablar-
lo que le confiere sentido a lo que decimos.”(Echeverría, 1994. P. 136)


Ser escuchado y comprendido es parte fundamental de la vida de un ser humano; es posible adquirir habilidades pertinentes que pueden irse desarrollando por medio de estrategias de comunicación asertiva.

Dentro de ti hay un gran potencial para sanar, salir de la situación en la que te encuentras para llegar al equilibrio y control emocional. Puedes controlar tus emociones de tristeza, dolor, resentimiento; para poder ser feliz, caminar ligero por tu sendero y dispuesto a disfrutar las experiencias de  proximidad y empatía en la vida.

Crear un espacio de colaboración, mutua comprensión y reconocimiento; en un ambiente de confianza, discreción y seguridad emocional; en el cual aprender a escuchar y sentirse escuchado.

                    Podrás experimentar alivio al compartir tus momentos de sentimiento fuerte
                    Desarrollarás habilidades para escuchar y ser escuchado
                    Sentirás la importancia de pertenecer a un grupo.

Es importante que te acerques a un profesional, puedes elegir participar en un taller de psicología creativa,  inscribirte a un círculo de terapia en grupo pequeño; o si prefieres, realiza una terapia individual, breve y efectiva.

¡Tus emociones trabajarán para ti; tú lo vales!

Julia Becerril.

junio de 2015.
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Cómo citar este artículo:
Becerril J. (2015, junio 19)  “Sentirse escuchado: la esencia de la comunicación“ [Mensaje en Blog: psicreamotiva]. Recuperado de http://www.psicreamotiva.com

Fuentes consultadas:
Saavedra, T (2006) La comprensión del acto de escucha en la educación escolar a partir de la Filosofía reflexiva de Paul Ricoeur », Polis DOI: 10.4000/polis.4937

Echeverría, R. (1994), Ontología del Lenguaje, Dolmen, Santiago de Chile.

foto: Terapia de sonidos (S/F) retomada de: http://www.taringa.net/posts/salud-bienestar/15646091/Terapia-de-Sonidos---Sonidos-de-la-Naturaleza.html